"Juvenes Translatores 2018" busca los mejores traductores jóvenes de la Unión Europea.
¡Por segunda vez hemos sido afortunados!, y nuestro instituto ha sido seleccionado para participar en la convocatoria 2018 del Certamen Europeo de Traducción "Juvenes Translatores" (ec.europa.eu/translatores). Las pruebas tendrán lugar el próximo jueves, día 22 de este mes de noviembre. ¡Deseadnos suerte!
Recordad que hace dos años tuvimos la inmensa fortuna de obtener el primer premio con nuestra alumna Inés Fernández (podéis recordarlo en nuestra bitácora aqui), que tuvo la oportunidad de recibir su galardón en Bruselas, acompañada de sus padres y de su profesor de Inglés en el instituto.
Se presentarán los alumnos de 2º del Programa del Diploma del Bachillerato Internacional con su profesor Julio Fernández Alcalde dirigiendo de nuevo las operaciones.
"¡Suerte y a por ello!"
Extintores co2 2 kg
Incendio en Parquesol: Una llamada de atención a la prevención doméstica
Incendio en Parquesol: Una llamada de atención a la prevención doméstica.
A eso de las diez y media de la noche, cuando uno piensa que lo peor del día ya ha pasado y solo queda entregarse al silencio de la rutina, una llamarada inoportuna cambió el destino de una vivienda en la calle Juan de Valladolid, en el corazón del barrio de Parquesol. El fuego, como siempre impuntual e inoportuno, brotó de la cocina de un piso donde convivía una familia aparentemente tranquila, como tantas otras. No hubo estallido de película ni sirenas de cine. Hubo realidad. La cruda y cálida realidad de un incendio doméstico que puso en jaque la noche pucelana.
Pasaban escasos minutos de las 22:35 cuando el 112, ese número que todos conocemos pero que pocos quieren marcar, recibía una llamada. Al otro lado de la línea, una voz nerviosa, entrecortada por el miedo, alertaba de un fuego en su domicilio. El origen: la cocina. Ese lugar donde el calor debería quedarse dentro de las ollas, no saltar a cortinas ni revestimientos.
Lo que vino después fue un despliegue rápido y eficaz. Los bomberos de Valladolid —que saben más de noches en vilo que de cenas tranquilas— llegaron al instante. La policía local, la nacional, y los servicios sanitarios no se hicieron esperar. Había fuego, había humo, y lo más importante: había personas dentro.
Ahora, permitidnos una reflexión con la que no nos cansamos: ¿cuántas veces ignoramos la utilidad de un extintor 3 kg en casa? Ese artefacto modesto, que algunos ven como adorno o estorbo, puede marcar la diferencia entre el susto y la tragedia. Cuando el fuego empieza, no da tiempo a discursos ni tutoriales. Solo queda actuar. Y si se cuenta con la herramienta adecuada, el final puede ser feliz. En este caso, el fuego fue sofocado con celeridad, pero no todas las historias acaban igual. No tener un extintor a mano puede ser la diferencia entre abrir las ventanas para ventilar y ver cómo tu hogar se convierte en cenizas.
Y aquí no andamos con paños calientes. Los extintores abc, diseñados para combatir fuegos de tipo A (materiales sólidos), B (líquidos inflamables) y C (gases), deberían ser tan comunes en los hogares como el microondas o la cafetera. Porque lo que no hace ruido, como un cortocircuito, puede arder en segundos. En este caso, los vecinos actuaron bien. Pero pensemos: ¿y si el fuego hubiese comenzado mientras dormían?
A menudo, lo urgente se come a lo importante. Dejamos pasar la revisión eléctrica, ignoramos el chisporroteo sospechoso, y aplazamos la compra de un extintor. Craso error. La seguridad no admite demoras.
Fue el cuerpo de bomberos parquesol quien llegó y actuó con la eficacia del que sabe que no puede fallar. Accedieron a la vivienda, comprobaron que los residentes ya estaban fuera y ventilaron el inmueble con rapidez y profesionalidad. No hubo titubeos. Solo decisión.
Y ahí, entre humo y órdenes cortas, una adolescente de 14 años fue evacuada. No era un simulacro ni una clase de prevención escolar. Era la vida real, donde el humo no espera, y los pulmones son frágiles. La joven fue trasladada al Hospital Río Hortega con síntomas de inhalación. Sus acompañantes, dos adultos de 62 y 63 años, fueron tratados in situ y no precisaron hospitalización. Pero el susto, ese que no se mide en termómetros, fue mayúsculo.
En este punto, levantemos la vista. Porque lo sucedido no es solo una anécdota vecinal. Es un recordatorio rotundo: la prevención en casa no es un lujo, es una necesidad. El fuego no pregunta edad, condición social ni horario. Aparece, y cuando lo hace, arrasa.
¿Qué podemos hacer?
Revisar periódicamente instalaciones eléctricas.
No dejar velas ni fuegos encendidos sin supervisión.
Evitar sobrecargas en enchufes.
Tener siempre a mano un extintor 3 kg certificado.
Instalar detectores de humo en cocinas y pasillos.
No se trata de vivir con miedo, sino con conciencia. La misma que tuvieron los sanitarios que, al llegar, actuaron con rapidez. Tres personas atendidas, una sola trasladada. Lo que podría haber sido portada negra, acabó siendo una noticia con final agridulce.
Los vecinos de Parquesol, aún con el olor a humo flotando en el aire, comentaban en voz baja lo sucedido. Algunos pensaban en su propia casa, en su cocina, en su falta de preparación. Otros miraban a sus hijos y se preguntaban: “¿y si me pasa a mí?”.
Porque la tragedia ajena, por mucho que no nos toque directamente, siempre deja eco. Hoy fue esa vivienda. Mañana, podría ser la tuya. Y en ese caso, ¿estarías preparado?
La prevención no entiende de excusas ni de presupuestos. Unos extintores abc bien ubicados, y un poco de atención al detalle pueden ser la mejor inversión de tu vida.
Cuando todo terminó y las luces de emergencia se apagaron, quedó el silencio. Ese que acompaña a las historias que no llegaron a tragedia por segundos. Ese que recuerda que hay héroes sin uniforme mediático, como los bomberos parquesol, que hacen del deber su vocación.
Y también quedó la enseñanza. Porque en cada incendio apagado hay una oportunidad para aprender, para prevenir, y para actuar mejor la próxima vez.
No esperes a que el humo toque tu puerta. Prepárate.